El escándalo surgido a raíz del grupo podemita de Telegram denominado «Facuogate», en el que el subvencionado defensor del consumidor, Rubén Sánchez, ha usado dicho grupo para acosar, linchar, revelar datos, o bloquear y suspender cuentas de usuarios de Twitter críticos con sus opiniones o ideología podemita ha trascendido dada su relevancia hasta distintos medios de comunicación: